Lorena Rico Berrueco
¿Por dónde empiezo? Me llamo Lorena y tengo 25 años. Siempre he sentido fascinación por la naturaleza, pero en los últimos años ésta se ha mezclado con la rabia de ver cómo se iba deteriorando todo aquello que de pequeña me encantaba: mi pueblo por la construcción desmedida, los espacios verdes por la tala y contaminación, el río que pasa cerca de mi casa, cada vez menos transparente, por los vertidos, y un largo etcétera.
Desde el momento en que empecé a tomar conciencia de ello supe que mis estudios debían enfocarse a la problemática ambiental, porque no era justo que perdiéramos algo tan esencial, y muchas veces sin darnos cuenta.
Estudié otras cosas antes de finalmente armarme de valor y apuntarme al grado en ciencias ambientales. Lo peor, era por la UNED y me sentía completamente sola, enfrentándome a hojas y hojas de fórmulas que no entendía y que jamás había visto. Yo, que venía de un bachillerato de ciencias sociales, no iba a ser capaz de sacar este proyecto adelante. Y estuve a punto de dejarlo. Pero, como siempre hago, antes de tirar la toalla intento una última cosa, por arriesgada que sea.
Y ahí es cuando descubrí a Víctor, a Elena y su academia. Un proyecto pequeñito (entonces, ahora ya no) especializado en la enseñanza para alumnos de la UNED y sobre todo de ciencias ambientales. No me lo podía creer, aunque no quería cantar victoria porque había probado otras academias antes, a cada cual más desesperante (y cara).
Desde entonces han pasado tres años y todas las asignaturas de ciencias las curso con Víctor, no me escondo. Ya no solo por el trato individualizado y la confianza, si no por la manera de explicar (no he visto nada parecido en mis años universitarios, ni siquiera de los propios profesores de la universidad), la dedicación, la pasión que tiene por lo que cuenta, los recursos que pone a nuestra disposición, etc.
Es la definición perfecta de lo que debería ser cualquier profesor, alguien empeñado de verdad en que aprendas y entiendas porqué estudias lo que estudias. Alguien que se preocupa por sus alumnos y tiene una empatía inmensa. Y lo mismo va para Elena y Marta, la otra parte de la academia.
Puedo decir honestamente que es la primera vez en mi vida que tengo ganas de ir a clase, y no solo eso, si no que las vuelvo a ver cómo si de una serie de Netflix se tratara. Muchas gracias por todo».
Alexandre González Rodríguez Mi nombre es Alexandre, resido en Vigo, con mi mujer y mis…
Zulema Belloso Contra En 2013, durante un viaje a Nueva Zelanda, tuve la oportunidad de…
Patricia Martínez Selga Soy Patricia y tengo 36 años. Mi historia con la ciencia viene…
Zoraida Díaz Millán Hola, soy Zoraida, y desde siempre me han fascinado las ciencias y…
David Pérez Montes Nunca imaginé que podría superar las asignaturas científicas que me quedan para…
Siempre he querido hacer una olimpiada de ciencias abierta a todo el mundo. Pero ya…